Sopa de Jitomate Rostizado: Fácil, Deliciosa y Saludable 🍅
- 20 dic 2024
- 3 Min. de lectura
Si buscas una receta que te abrace desde la primera cucharada, la sopa de jitomate rostizado es para ti. Esta sopa es como un sweater calientito en un día de frío: reconfortante y deliciosa.
¿Y qué la hace tan especial? El toque ahumado y dulce que se logra al rostizar los jitomates, la cebolla y el ajo. Créeme, después de probarla, esta sopa se convertirá en una de tus favoritas.

Ingredientes:
Para esta obra maestra necesitarás:
8 jitomates saladet
1/2 cebolla morada grande (o 1 pequeña, dependiendo de lo que tengas a la mano).
2 dientes de ajo grandes
Caldo de verduras o pollo, lo suficiente para ajustar la consistencia de la sopa.
Aceite de oliva, para darle ese brillo y sabor irresistible.
Mantequilla al gusto
Sal y pimienta
Extras para servir: hojas de albahaca frescas, un chorrito de aceite de oliva o un toque de jocoque natural.

Pasos:
1. Rostiza los ingredientes para potenciar los sabores
Precalienta tu horno a temperatura alta (unos 200-220 °C). Mientras el horno se calienta, corta los jitomates en cuartos y coloca en una charola para hornear. Agrega la cebolla en trozos grandes y los dientes de ajo (pueden ir con o sin piel, como prefieras).
Baña todo con un buen chorrito de aceite de oliva, salpica con sal y pimienta al gusto, también puedes agregar un poco de oregano y hojas de romero. Revuelve para que cada pieza esté bien cubierta. Lleva la charola al horno y deja que los ingredientes se rosticen. Estarán listos cuando los jitomates estén doraditos, la cebolla caramelizada y los ajos suaves y fragantes (esto tomará unos 20-25 minutos).
2. Licúa para crear la magia
Saca la charola del horno y deja que los ingredientes se enfríen un poco (no queremos accidentes con la licuadora caliente, ¿verdad?). Después, pásalos a la licuadora y procésalos hasta obtener una mezcla uniforme. Aquí puedes empezar a agregar el caldo, poco a poco, hasta que logres la consistencia que te guste: más espesa para una sopa contundente o más ligera si prefieres algo suave.
3. Dale el toque final en la olla
En una olla grande, calienta una mezcla de aceite de oliva y mantequilla (usa la cantidad que tu corazón te dicte). Cuando esté derretida y humeante, coloca un coloador y cuela poco a poco tu mezcla de jitomate. Cocina a fuego medio, revolviendo ocasionalmente, y ajusta con sal y pimienta al gusto. Deja que la sopa hierva a fuego bajo por unos 5-10 minutos, para que los sabores se mezclen y se intensifiquen.

Momento de servir: Hazla especial 🌿✨
Ya que la sopa esté lista, sirve en un bowl bonito (porque todo sabe mejor si se ve bien).
Decora con:
Hojas de albahaca frescas, para un toque de color y frescura.
Un chorrito de aceite de oliva, que le dará brillo y sabor extra.
Jocoque natural, si quieres un contraste cremosito y ácido que eleve cada bocado.
Consejitos extra:
Si amas las texturas: Agrega crutones caseros o un puñado de semillas de girasol tostadas al servir.
Hazla vegana: Sustituye la mantequilla por más aceite de oliva y usa caldo de verduras.
Prepárala con antelación: Esta sopa sabe aún mejor al día siguiente, cuando los sabores han tenido tiempo de intensificarse.

¿Por qué amarás esta sopa?
Porque es la mezcla perfecta entre lo sencillo y lo gourmet. El sabor rostizado de los jitomates combinado con el ajo y la cebolla crea una explosión de sabor en tu boca. Además, es súper versátil: la puedes acompañar con un sándwich de queso derretido o disfrutarla sola como una comida ligera pero llena de amor.
¿Qué esperas para probarla? ¡Cuéntame cómo te quedó! 😊
Comments